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En la Biblia encontramos muy pocas referencias cuando se trata de Eclipses, sin embargo, su aparición o mención son muy significativas.
Los científicos han señalado que el relato de Josué 10:12 donde el sol se detuvo ocurrió evidentemente por un tipo de eclipse solar, y es más, otros científicos han admitido que el eclipse de Josué se trata de uno de los eclipses documentados más antiguos y largos de la historia.
Los eruditos bíblicos neotestamentarios señalan que según Marcos 15:33 desde el inicio al final de la agonía de Cristo Jesús ocurrió un eclipse de tres horas de duración.
Isaías 13:10, Ezequiel 32:7, Joel 2:10, 2:31, l3:15; Mateo 24:29, Marcos 13:24, Apocalipsis 6:12, 8:12. Todos los enunciados acerca de Eclipses están relacionados con juicios, guerras y muertes.
Israel y los Eclipses
Los rabinos de Israel de antaño han explicado en sus escritos, como el Talmud, que los Eclipses según su ruta marcan y presagian especialmente acontecimientos de Israel con esas naciones. Todos los eclipses lunares y solares tienen que ver con Israel, sí es visible en Israel puede tomarse como advertencia y juicio. Pero, sí no es visible en Israel, interpretan los rabinos que presagia buenas cosas.
Pese a que es una tradición en el Judaísmo darle interpretación a los fenómenos astronómicos, ellos afirman que Dios habla por medio de los astros a la humanidad.
Cuando se trata de Lunas Rojas (o Sangrienta) afirman que son las más peligrosas de todas, un rabino recientemente ha declarado que siempre presagian guerra, destrucción y catástrofes.
De hecho, dentro de los líderes cristianos está interpretación acerca de los eclipses se mantiene, y sostienen que los eclipses son señales de los últimos tiempos muy relacionados con la llegada del Mesías, y vale la pena revisar y seguir la pista.
Mateo 13:10-12 (RVR1960) 10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
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